
¿Cuáles son tus miedos que te impiden avanzar en la dirección de tus sueños o que simplemente te impiden disfrutar del momento presente?
Es posible que tengas miedo de no encontrar el trabajo deseado, de no saber cómo resolver una situación determinada, o que tengas miedo a fracasar en tu relación de pareja, por ejemplo. Son miedos reales. Este tipo de miedo no debe ser ignorado, porque se trata de una emoción que te indica que hay un motivo para la acción, para hacer frente a ese miedo y vencerlo.
Hay también otro tipo de miedo más difuso, pero persistente, que afecta a toda la población en general, y al que contribuyen de manera importante los medios de comunicación. Nos bombardean constantemente con malas noticias sobre todo tipo de delitos, los atracos en viviendas, la corrupción de muchos políticos, la tremenda crisis que nos espera para finales de año, la guerra, las epidemias de lo que sea, el cambio climático, etc.
Muchas personas son además expertas en crear ellas mismas el miedo en el cuerpo. Y así nos encontramos con que los miedos más frecuentes suelen ser: miedo a hablar en público, miedo a volar, miedo al rechazo, miedo al éxito, miedo al fracaso, miedo de no estar a la altura, miedo a las enfermedades, miedo de no ser amado, miedo al qué dirán, etc.
Ante tantos miedos, ¿qué podemos hacer?
Primero:
Detenerte y detener por un momento el frenesí de pensamientos, el bombardeo de información, el torbellino de tareas que siempre tenemos pendientes, la ansiedad que nos genera el sentir que no llegamos a todo.
Sí, detener ese movimiento estresante fuera de nuestro control que te hace sentirte desbordada porque no llegas a todo. Y precisamente cuando no tienes tiempo para nada es cuando más necesitas tomarte un momento de calma, para retomar tu centro.
Segundo:
Alimenta bien tu mente y espíritu con lecturas, videos y audios que te inspiren y llenen de esperanza.
Tercero:
Comparte tiempo con gente de alta energía, Puesto que nos acabamos convirtiendo en la media de las cinco personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo, asegurémonos de que esas cinco personas sean personas valientes y animosas en lugar de personas angustiadas y llenas de miedo.
Cuarto:
Todo problema tiene solución y si no lo tiene para qué te preocupas.
Quinto:
Escribe tus temores, Escribiendo, la parte lógica de tu cerebro se hará cargo de tus emociones. A continuación, escribe por lo menos diez soluciones que podrían ayudarte a reducir cada uno de tus miedos.
Sexto:
Considérate ya como un ganador, por el simple hecho de haberte atrevido a enfrentarte a tus miedos. La mayoría de las personas ni siquiera tienen el coraje de pasar a la acción para conquistar sus sueños y esta es la razón principal por la que no fracasan nunca.
Es importante pedir ayuda, la verdad nunca estás solo… Los consejos de un padre, de un amigo, de un mentor o de una persona que haya vivido lo que estás viviendo ahora reducirá en gran medida tus temores.
Para cerrar, cuando tengas miedo
-Piensa: “¿Qué hay detrás de ese miedo? ¿Qué mensaje está tratando de enviarme?”
–Pregúntate: ¿Qué es lo peor que me podría pasar?»
Te darás cuenta de que muchas veces lo peor no es tan malo y tus miedos disminuirán rápidamente.
Tener miedo es normal, nadie está libre de miedos en alguna área de su vida. Pero la manera en que enfrentas esos miedos es lo que está bajo tu control y es lo que en definitiva marcará la diferencia en tus resultados
Eres el proyecto más importante puesto en marcha
Con amor
Male